domingo, 3 de julio de 2016

ERNESTO NOBOA Y CAMAÑO


EMOCION VESPERAL

Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto, 
y, silenciosamente, de algún puerto, 
irse alejando mientras muere el día;

Emprender una larga travesía
y perderse después en un desierto 
y misterioso mar, no descubierto 
por ningún navegante todavía.

Aunque uno sepa que hasta los remotos 
confines de los piélagos ignotos
le seguirá el cortejo de sus penas,

Y que, al desvanecerse el espejismo, 
desde las glaucas ondas del abismo 
le tentarán las últimas sirenas.


HASTIO

Vivir de lo pasado por desprecio al presente, 
mirar hacia el futuro con un hondo terror, 
sentirse envenenado, sentirse indiferente,
ante el mal de la Vida y ante el bien del Amor.

Ir haciendo caminos sobre un yermo de abrojos 
mordidos sobre el áspid de la desilusión,
con la sed en los labios, la fatiga en los ojos 
y una espina dorada dentro del corazón.

Y por calmar el peso de esta existencia extraña, 
buscar en el olvido consolación final,
aturdirse, embriagarse con inaudita saña,

con ardor invencible, con ceguera fatal, 
bebiendo las piedades del dorado champaña 
y aspirando el veneno de las flores del mal.



No hay comentarios:

Publicar un comentario